El teatro como lugar de descubrimiento
En un tono entusiasta pero preciso, Irina Jorolinsky contó cómo se fue armando la grilla infantil del Espacio Orsai en el Paseo La Plaza. La clave: no tratar al público infantil como un espectador menor. “Queremos que los chicos se diviertan, sí, pero también que salgan con preguntas nuevas”, dijo.
Entre las obras mencionadas se destacaron funciones que combinan actuación y ciencia, títeres que abordan dilemas cotidianos, y espectáculos diseñados para despertar la curiosidad. Todo con una estética cuidada, respeto por los tiempos del niño espectador y precios accesibles. Una programación que entiende que entretener también puede ser un acto pedagógico.
Pochoclo, padres y pensamiento
Lo interesante del planteo de Irina es que no separa lo lúdico de lo reflexivo. Para ella, el teatro infantil tiene que tener capas: una para reírse, otra para emocionarse, y otra para pensar. Además, destacó que muchos de estos espectáculos también apelan al adulto que acompaña. “Nos importa que los padres no se aburran. Que salgan con ganas de seguir la charla en casa.”
Las entradas de todos los eventos Orsai se consiguen en EVENTOS.ORSAI.ORG
La propuesta cierra el círculo: función, conversación y comunidad. Orsai apuesta a formar nuevos públicos desde temprano, y lo hace sin condescendencia. Como quedó claro en la charla, el teatro para chicos no es solo entretenimiento. Es una forma de sembrar preguntas.