Escuela Orsai: un laboratorio de saberes posibles

Carolina Martínez volvió a la mesa para detallar el nuevo cronograma de talleres de la Escuela Orsai. Con entusiasmo calmo y precisión editorial, presentó cursos que cruzan inteligencia artificial, narrativa, canciones, y formas de leer con ojos propios. Una grilla tan diversa como provocadora.

Aprender como quien respira

Caro trajo a la mesa un papel con anotaciones, pero terminó armando un mapa. La Escuela Orsai arranca un nuevo ciclo con propuestas que incluyen desde el taller de lectura borgeana con Daniel Molina hasta laboratorios de letras con músicos, seminarios de inteligencia artificial aplicada a la narrativa y clínicas de escritura sin red.

Lo interesante fue cómo presentó cada curso: no como producto cerrado, sino como experiencia compartida. “Cada taller es una escena con personas que se quieren encontrar alrededor de un tema”, dijo. Y eso se notó en la forma en que hablaba de cada docente: con admiración, sí, pero también con complicidad.

Una escuela sin campana

A diferencia de otras instituciones, la Escuela Orsai no tiene aulas ni horarios rígidos. Tiene cronogramas vivos y propuestas que mutan. Caro lo explicó con naturalidad: “No buscamos formar escritores. Buscamos formar lectores activos, personas que piensen con otros”.

También se habló de la plataforma de cursada, de la experiencia de los alumnos en ciclos anteriores y del modo en que se eligen las propuestas. Gabo resumió la idea con una frase que quedó flotando: “No es una escuela. Es una conversación que dura semanas.”