Debate sobre derecho de autor: ¿qué vale más, un poema o una silla?

En un divertido ida y vuelta entre Mariana Volpi, la abogada de Orsai, y Hernán Casciari, discutimos si un poema vale más que una silla. La charla, acalorada y filosófica, disparó una reflexión sobre los derechos de autor, la justicia, la desigualdad y el oficio de crear.

El poema, la silla y el valor del trabajo 

Mariana Volpi, abogada de Orsai, y Hernán Casciari, director del proyecto, se sumergieron en una discusión tan absurda como necesaria: ¿vale más un poema que una silla? La comparación sirvió como disparador para cuestionar el sistema de derechos de autor y su vigencia.

“Si un carpintero hace una silla y la vende, no cobra cada vez que alguien se sienta en ella. Pero un poeta cobra cada vez que se reproduce su poema. ¿Somos más que carpinteros?”, planteó Casciari. Mariana, con paciencia legal y contundencia intelectual, desarmó el argumento desde el derecho continental, el copyright anglosajón, y hasta la ontología de la creación.

“El autor está en una situación de debilidad. No porque valga más, sino porque es frágil frente al mercado”, argumentó ella. “Vos le das más valor al poema porque te emociona, pero sin una cama no dormís. Y sin salud te morís”, retrucó él. La charla se volvió casi teatral, entre gritos de “¡Mirá si voy a ser más que un carpintero!” y risas de complicidad.

Un debate que excedió el chiste 

La discusión fue tan divertida como reveladora. Se mencionaron los derechos que perduran 70 años después de la muerte del autor, el rol de las sociedades de gestión y hasta los hijos herederos del esfuerzo creativo. Casciari, con su ya conocida postura de «renuncio a todo derecho de autor porque soy un carpintero», generó un remolino que Mariana sorteó con firmeza pero sin perder la sonrisa.

“Hay que bajarle la espuma al artista”, propuso Hernán. Mariana, sin ceder, respondió: “Y también hay que protegerlo cuando está solo contra el sistema”.