Leer a Borges en el siglo XXI: Daniel Molina se suma a la Escuela Orsai

Daniel Molina, escritor, crítico y agitador cultural, fue el gran invitado del episodio 7. En una charla íntima y filosa, presentó el taller que dictará en la Escuela Orsai sobre Borges. Habló de lecturas, cárceles, adolescencias, redes sociales y por qué leer bien es un acto revolucionario.

Una vida hecha de libros (y fugas)

Molina llegó a la mesa con la voz suave y las ideas afiladas. Casciari lo presentó con admiración: “Te sigo desde hace años en Twitter, pero hoy quería conocerte en persona”. Carolina Martínez completó la introducción y Molina arrancó desde su biografía: la militancia juvenil, el exilio, la prisión, la literatura como salvación.

Contó que su relación con Borges empezó en la adolescencia, y que nunca lo dejó. “Borges no se entiende. Se lee. Y se vuelve a leer”, dijo. Su taller no será una clase académica ni una serie de monografías: será un recorrido compartido por las obsesiones del autor, por sus trampas, sus juegos, su sentido del humor. Un Borges para lectores activos, no para devotos.

Un taller y una masterclass para sumergirse en la obra del gran autor argentino

En Orsai somos fanáticos de Borges y admiramos a Daniel desde el principio de los tiempos. Por eso lo convocamos con dos propuestas bien claras: por un lado, un taller virtual de cuatro encuentros durante julio y agosto. Y, por otra, una masterclass presencial en vivo en la Sala Casals del Paseo La Plaza. Cuando publicamos este post todavía quedaban algunos lugares para sumarse, pero en cualquier momento vuelan. 

Daniel Molina se suma a la escuela Orsai.
Daniel Molina se suma a la escuela Orsai.

Twitter, filosofía y humor negro

Además de repasar el programa del curso —que incluirá cuentos, ensayos y diálogos con otros autores—, Molina habló de su presencia en redes, donde firma como @rayovirtual. “Twitter me salvó del silencio. Me devolvió la velocidad del pensamiento público”, dijo. También explicó por qué cree que la lectura profunda es hoy más importante que nunca: “Leer bien es resistir al flujo. Es parar, volver, subrayar.”

El diálogo con Casciari, Caro y Gabo fue una clase en sí misma: se habló de corrección política, de narrativa, de pedagogía, de humor. Molina cerró con una frase que podría haber sido el epígrafe del episodio: “La literatura no es una herramienta. Es una forma de estar en el mundo.”