El cronista Alejandro Seselovsky supo, a los 44 años, que era hora de indagar en sus orígenes. Y usó todas las técnicas de su oficio para buscar a la chica que lo abandonó al nacer.
El cronista Alejandro Seselovsky supo, a los 44 años, que era hora de indagar en sus orígenes. Y usó todas las técnicas de su oficio para buscar a la chica que lo abandonó al nacer.