Preparen los pochoclos: el primer documental de Orsai, realizado junto a 932 socios productores, se estrenará el 20 y 23 de abril en el festival de cine de Buenos Aires, uno de los eventos culturales más reconocidos y de mayor trascendencia a nivel internacional.
Hay que admitir que, después de hacer estragos en el planeta entero y traumar a toda la Humanidad, la pandemia nos dejó una buena. «Sola en el paraíso», el primer documental producido por Orsai junto a casi mil socios productores, quedó seleccionado para estrenarse en el festival internacional de cine independiente más importante de nuestro país y de América Latina: el BAFICI.
Es una noticia espectacular porque, tal como sucedió con «La uruguaya», una producción de Orsai Audiovisuales vuelve a estar ante los ojos del mundo y a competir en las primeras ligas. Que se proyecte en el BAFICI no es ninguna pavada: se trata de un festival muy prestigioso que se realiza todos los años durante el mes de abril en la ciudad de Buenos Aires, y goza una enorme proyección nacional e internacional que siempre abre nuevas puertas, tanto culturales como comerciales.
La primera función será el sábado 20 de abril, a las 19:20 en el Cine Gaumont —Av. Rivadavia 1635—. La otra función será tres días después, el martes 23 de abril, a las 19:50 en el Cine Arte Cacodelphia —Av. Presidente Roque Sáenz Peña 1150—.
Las entradas ya están disponibles para ser compradas en la web de BAFICI. Suelen volar, por eso les sugerimos que se apuren para conseguir la suya.
El documental cuenta la odisea de la actriz argentina Justina Bustos, que a principios de 2020 contrajo coronavirus —cuando nadie entendía ni jota del asunto— y fue internada y aislada en Mauricio, una isla paradisíaca de África a la que había viajado para filmar un trabajo para la plataforma Netflix. Justina pasó 33 días incomunicada en el culo del mundo, lejos de su familia y de sus seres queridos, pero registrando su peripecia con un celular.
Cuando lo contó públicamente, a Orsai le pareció una historia increíble. De inmediato, le propuso a la Comunidad hacer un documental y, en muy pocos días, 932 miembros de la Comunidad se convirtieron en socios productores y reunieron los casi cien mil dólares necesarios para su realización.
