Cuanto más complejo, aburrido y largo es un contrato, más te quieren cagar. Los contratos de Editorial Orsai tiene ítems sorprendentes para la costumbre editorial. Por ejemplo: le pagamos al autor lo que le corresponde.
Cuanto más complejo, aburrido y largo es un contrato, más te quieren cagar. Los contratos de Editorial Orsai tiene ítems sorprendentes para la costumbre editorial. Por ejemplo: le pagamos al autor lo que le corresponde.
En Orsai sabemos que las «grandes editoriales» no suelen ser benévolas con sus autores. Por eso redactamos estos diez compromisos que intentamos cumplir a rajatabla.
Durante 2020 y parte de 2021 no hubo distribución a librerías, pero sí muchísima venta online… Pregunta ingenua: ¿las mega editoriales, que servían libros desde sus depósito a la casa de los lectores, le mejoraron el porcentaje a los autores? Recuerdo haber hecho un tuit muy gráfico para alertar a los autores:
Es muy triste ver cómo cagan a los autores y autoras. ¿Saben por qué? Porque al robarles un 40% de ingresos, las mega editoriales obligan a sus autores hacer tareas aledañas para vivir: talleres de escritura que detestan, conferencias que odian, viajes al pedo en hoteles de mierda. Todas actividades que impiden la concentración para escribir mejores libros.
Les cuento una infidencia: la Editorial Orsai vendió de siete a nueve veces más libros en 2020 que en 2019. Las grandes editoriales también, obvio: gente encerrada y aburrida es un combo lleno de ganancias para la industria del ocio.
Otra pregunta ingenua: ¿a algún autor de Planeta, de Alfaguara, de Sudamericana, etcétera, alguien le dijo que sobraba un 60% a repartir?
¿Ah, no? Qué raro… Y eso que todos los best-sellers tienen representantes que les defienden los intereses… ¿Cómo es que ningún representante le explicó a su autor que la mega editorial se quedó con los porcentajes de la librería y del distribuidor durante toda la pandemia?
¡Epa! ¿No será que el representante es más amigo de la multinacional que del autor?
Los contratos Orsai dividen fifty-fifty desde que nació la Editorial, en 2011. No es algo nuevo. Empezamos con Horacio Altuna, en un video muy gracioso en donde el pizzero de al lado hizo de abogado.
Pero hay algo nuevo: las ventas de los libros publicados por Orsai van a dos cuentas bancarias desde que el comprador paga: la mitad va a Orsai, la otra mitad al autor.
Inmediatamente, el autor o autora ve el dinero en su cuenta.
Clic, clic, clic. Minuto a minuto.
Si el libro aumenta de precio, esa mitad aumenta.
¿No es esto una maravilla llena de justicia?
Justamente ayer la gran escritora Claudia Piñeiro se quejaba en Twitter de que su mega editorial paga con mucho atraso y que seguramente se beneficia por ese atraso:
Realmente no he conocido nunca a un autor o autora que me haya dicho:
«Che, qué bien que la estoy pasando en mi mega editorial, qué bien pagan, siempre me invitan a la imprenta para que yo vea que es verdad lo que dicen que imprimen… Qué alegría más grande mi oficio».
No. Nunca lo escuché.
Así que ya saben: si ahora entran a tienda.orsai.org y compran un libro, el autor recibirá, en tiempo real, la mitad del dinero que cuesta su obra en el mercado. Real. Inmediato.
¿No les parece hermoso ser fan de alguien y saber que no le estás pagando migajas?
Así será en Editorial Orsai desde ahora, para cualquier best-seller que se quiera sumar. La mitad de las ganancias, todo el tiempo.
Pueden pasar dos cosas: o que las grandes editoriales empiecen a revisar sus porcentajes y tiempos de pago para favorecer a sus autores…, o que los autores y autoras empiecen a mirar con ganas jugar en Orsai.
¿Qué pasará primero?