Periodista y escritor anunciaron que el libro estará escrito en primera persona y que ya empezaron a editar algunos fragmentos. Se acercan los últimos streamings y luego Libertella se internará a transformar cada encuentro en el libro «No va más».
Periodista y escritor anunciaron que el libro estará escrito en primera persona y que ya empezaron a editar algunos fragmentos. Se acercan los últimos streamings y luego Libertella se internará a transformar cada encuentro en el libro «No va más».
Desde hace varios meses, Mauro Libertella y Cayetano se encuentran semanalmente para conversar sobre los años en los que el periodista fue adicto al juego.
En esta oportunidad la dupla reveló que el libro «No va más» ya empezó a escribirse. Libertella le compartió a Cayetano primeros fragmentos que escribió y juntos hicieron arreglos.
Además, el escritor adelantó que el libro estará narrado en primera persona. Quien lo lea sentirá que es el propio Cayetano el que habla. Al periodista esa idea le gustó mucho y puso especial énfasis en que es importante remarcar la euforia que sentía al ganar una apuesta o el bajón que lo invadía cuando perdía: de ese sube y baja emocional se desprende la adrenalina adictiva de no poder parar de jugar.
Cayetano contó que una parte importante de la vida que llevó durante esos años fueron las mentiras. Las que le decía a su entorno y las que se decía a sí mismo.
Cuando, después de apostar y ganar y apostar y perder, se quedaba sin plata para salir o comprarse ropa, recurría a muletillas como «no tengo ganas» o «no me interesa tener ropa nueva».
Mediante esa forma de la mentira le quitaba importancia a ciertos aspectos de su vida, y lograba que nadie sospechara que en realidad no tenía dinero. Él mismo, a veces, a base de repetir tantas veces las mismas frases, terminaba por creerlas.
Aunque Cayetano está alejado de las apuestas, sabe que la recuperación es una lucha diaria. No es que un día se llega a destino y listo, estás curado. Por eso admite que no puede decirle a su mamá «quedate tranquila»; sabe que eso sería otra mentira.
Su primera recaída fue haciendo apuestas chicas, con pequeños montos de dinero y mediante una persona nueva que contactó para esa ocasión.