A Manel Fontdevila le daría terror tener que salir a cenar con otro igualito que él, porque el aburrimiento sería mortal. Lo cuenta, y lo dibuja, muerto de miedo.
A Manel Fontdevila le daría terror tener que salir a cenar con otro igualito que él, porque el aburrimiento sería mortal. Lo cuenta, y lo dibuja, muerto de miedo.
Manel Fontdevila descubrió que los chicos siguen jugando a las canicas, lo que significa que todavía hay fábricas de bolitas en el mundo. ¿Esto es posible en el siglo XXI?
Verano y crisis en España. Manel Fontdevila de vacaciones con hijos que leen Harry Potter o conversan en la piscina. “El mundo se acaba, pero la vida sigue”, dice el dibujante.
Manel Fontdevila usa sus páginas para hacerle un corte transversal a la vida cotidiana. Guardiola, YPF, el Rey de España, el miedo, o cómo mastican las manzanas los japoneses.
Manel Fontdevila dibuja una saga de Agatha Christie, o el detalle de un exprimir de naranjas, y logra que lo cotidiano se llene de luz.
El humorista gráfico Manel Fontdevila nunca tuvo un blog. Si un día los tuviera, se parecería mucho a su nueva columna de Orsai.