No sabemos a ciencia cierta cuánta gente lee este texto final, de exactas mil palabras. Para los perezosos, le pedimos al señor Casciari que los leyera en voz alta como una declaración de principios.
No sabemos a ciencia cierta cuánta gente lee este texto final, de exactas mil palabras. Para los perezosos, le pedimos al señor Casciari que los leyera en voz alta como una declaración de principios.
A veces ocurren milagros: nos cayó del cielo una entrevista inédita que dos adolescentes le hicieron a Borges en los 70. Además, cuatro cuentos de terror de la gran Agustina Bazterrica y un policial de Susan Glaspell, entre otras perlas.
Hay un límite muy fino entre la infancia y su fin, ahí donde la inocencia empieza a ser barrida con cierta urgencia. Esta historia recorre, desde el presente, los años en que nada era más importante que besar a otro ser humano por primera vez.