«Tres» — Editorial Orsai N3 T1

Mientras Orsai componía esta edición, mucha gente en las calles pedía, con las manos en alto, que de una vez por todas cada quien haga lo que más le gusta y lo que mejor sabe hacer.

Cuando hay cuatro oportunidades, la tercera es siempre la más relajada y melancólica. ¿Cuatro días en la playa? Solo se disfruta el tercero. El primero es llegar, el segundo instalarse y el cuarto volver. Únicamente el tercer día nos sentimos cómodos, nos metemos al agua sin pensar en nada y ganamos en el casino. Un matrimonio tiene cuatro hijos: el tercero es el que logra hacer lo que se le antoja; los demás cargan con sus traumas. Dice la experiencia que la primera ocasión es inexperta, la segunda es caos y la cuarta es definitiva y, por tanto, crucial. En cambio la tercera oportunidad es la más rica en distensión, la menos controlada. Digo esto porque la edición que ustedes tienen en sus manos es la tercera revista Orsai. La tres de cuatro. La penúltima. Y durante su concepción nos pasó lo que indica el tópico: por una parte notamos que ya aprendimos a hacerla, y por otra parte sabemos que estamos llegando al final. Serenidad y melancolía. Así estuvimos estos dos meses, entre la educación y lo efímero. Y por eso los textos de este número transitan ambos caminos. 

Nos dio por conversar sobre la enseñanza, los cambios, la vejez y la muerte. Nos pareció muy conveniente enfocar los sucesos que están ocurriendo en España (y en otros países europeos) al cierre de esta edición. Escribo estas líneas el 19 de junio de 2011, domingo; miles y miles de jóvenes han tomado las calles para pedir la muerte de una democracia caduca y el inicio de una revolución limpia, en donde cada cual haga lo que mejor sabe hacer, sin molestar a nadie. En este número, un profesor universitario intenta explicar por qué se suicidan sus alumnos y, en la búsqueda, siente deseos suicidas. Una periodista encuentra, en su interior, la fuerza necesaria para asumirse efímera. Un titiritero cuenta nueve historias de su vejez optimista. Un humorista italiano explica la dignidad democrática de los campos de exterminio. Un profesor de química descubre que tiene cáncer y, recién entonces, se decide a vivir una aventura. Una escritora desempleada, durante un viaje en tren, imagina la saga de siete libros que la convertirán en un clásico. Un grupo de músicos, sin estar de acuerdo, le pone ritmo a una época. Un joven lector de blogonovelas muere de un ataque al corazón para que el autor escriba su historia. Un dibujante se sienta cada mañana e ilustra la política de un país envuelto en el caos. Y detrás de esas historias, unos cuarentones sueñan con una revista, aprenden a hacerla, se relajan, y descubren que están llegando al final. Mientras componíamos esta edición, la número tres, mucha gente en las calles pedía, con las manos en alto, que de una vez por todas cada quien haga lo que más le gusta y lo que mejor sabe hacer. Nosotros sabemos hacer esto: ojalá lo disfruten.

H.C.