«La muerte de un comediante» es la cuarta aventura audiovisual de Orsai y la primera que rodamos en dos continentes. Fueron necesarias 19 jornadas de grabación en Argentina y otras 15 en Bélgica. ¡Exhaustos y felices!
«La muerte de un comediante» es la cuarta aventura audiovisual de Orsai y la primera que rodamos en dos continentes. Fueron necesarias 19 jornadas de grabación en Argentina y otras 15 en Bélgica. ¡Exhaustos y felices!
Con muchísima emoción, alegría y también algo de cansancio, el equipo dio por terminadas todas las escenas pautadas en tierra belga. Y sí, por supuesto: salieron a festejar en caravana por Bruselas.
En una noche helada y hasta con una estación de tren a disposición, filmamos durante toda la noche una escena importantísima entre Debré y Nina. Entrá y chusmeá, que estamos llegando al final del rodaje.
El megaproyecto audiovisual de Orsai llega al final de la etapa: hasta el último minuto del año 2023 será posible convertirse en socio productor de un proyecto alucinante. ¡No se duerman!
Bajo la llovizna de Bruselas, continuamos grabando las últimas tomas de la película. Atentos al final del video del backstage, porque tenemos un mensaje importantísimo para todos ustedes.
La última semana de rodaje tuvo un nuevo contratiempo para el equipo de «La muerte de un comediante». Pero no hay mal que por bien no venga: gracias a eso Peretti contó cuando jugó al fútbol con el Diego.
Comenzamos a despedirnos del rodaje de la primera película de Diego Peretti como director: en la última semana de filmación, tuvimos un cumpleaños y hasta le vendimos un maniquí de utilería a un belga.
El nuevo backstage de «La muerte de un comediante» es imperdible: desde escenas con artes marciales incluidas hasta la visita de la hija del señor Casciari al set.
Crónica de otra jornada intensa de rodaje, pero de grandes momentos: filmamos en el edificio de la Comunidad Europea y, gracias al equipo de Arte, instauramos un monumento a Bombín en pleno suelo europeo.
Hernán y Liniers volvieron a juntarse para dejarnos mas manijas que nunca con las buenas nuevas que trajo Casciari.