La Orsai número nueve sale a la calle con un ensayo de Christian Basilis, otro de Joe Bageant, y cuentos inéditos de Pedro Juan Gutiérrez, Aurora Venturini, Mempo Giardinelli y Mario Bellatin. ¿Qué más querés?
Este editorial de Casciari se refiere a ciertos personajes de redes sociales que, en el siglo pasado, cumplían la misma función que hoy, pero en las reuniones presenciales.
¿La escuela tradicional le sirve a los chicos de hoy? O mejor, ¿nos sirvió a nosotros? El que se hace estas preguntas es Christian Basilis, el jefe de redacción de Orsai.
Manel Fontdevila descubrió que los chicos siguen jugando a las canicas, lo que significa que todavía hay fábricas de bolitas en el mundo. ¿Esto es posible en el siglo XXI?
Miguel Rep tiene un hermano, Jorge Repiso, y los dos fantaseaban con hacer algo juntos. Solamente les faltaba una revista muy familiar que se los permitiera. Y acá están.
El gran periodista Joe Bageant escribió su último ensayo antes de morir. Nosotros tenemos la suerte de ser el primer medio en español que lo publica. Un lujo.
El día que el primer esnob dijo que una comedia familiar era «una sitcom de grupo disfuncional urbano» estaba inaugurando los nuevos géneros. Lo dice Bernardo Erlich.
El señor director escribe en la revista como si lo hiciera en su blog: dos páginas y buenas noches. Esta vez cuenta un extraño suceso nocturno que tiene continuidad.
Hay historias que narran otra historia. En este caso el juego de palabras llega al infinito. Tanto, que el autor de este relato todavía no llegó al final. ¿Confuso? Adrede.
En la última entrevista del año José A. Pérez no podía entrevistar a cualquier muerto de hambre. Así que fue a la búsqueda de la figurita difícil: el Generalísimo Franco.
La nueva hazaña del novelista sin verguenza se llama «Los libros de la buena memoria» y narra la aterradora lucha entre el libro tradicional y el e-book. ¿Quién ganará la guerra?
Juan Villoro nos adelanta una historia que descubre una realidad alarmante: los músicos de rock, y sus seguidores, ya son ancianos que empiezan a perder la memoria.
Un nuevo superhéroe ha nacido, se llama Fally Farson y tiene dos armas infalibles: lo dibuja Juan Sáenz Valiente y sale de la cabeza de Alfredo Casero. ¡Villanos, temblad!
Lynda Carter, el primer sueño erótico de una generación, es ahora una sexagenaria que canta jazz. Mandamos a Diego Fonseca a un show en Washington, para que nos cuente todo.
Un cuento inédito del escritor Pedro Juan Gutiérrez (Matanzas, Cuba, 1950), el autor de la elogiada «Trilogía sucia de La Habana». Calentito y excusivo para Orsai.
Antes de morir, Aurora Venturino nos dejó un cuento inédito que publicamos en la Orsai número 9. Nos sentimos orgullosos.
Un cuento inédito de Mempo Giardinelli (Chaco, 1947). Escritor y periodista, creador de la revista Puro Cuento (1986-1992) y de novelas y relatos traducidos a varios idiomas.
Un cuento inédito de Mario Bellatin (Ciudad de México, 1960). Su novela «Salón de belleza» figura entre los mejores veinte libros en lengua castellana de los últimos años.
La historia de Ramón Paz, reclutado por el ejército para pescar un surubí gigante en una Argentina irreal, llega a su penúltimo episodio. Mairal y González hacen magia.
“¿Y si Dios fuera uno de nosotros?”, se pregunta Leo Oyola al inicio del capítulo cinco, y nos deja su penúltimo canto afiebrado. Hueso Ricciardulli lo acompaña en guitarra.
Empieza a enfocarse el cerebro del chef Kaminski, y también la historia de Carolina Aguirre ilustrada por Gusti. Pero a veces, cuando un recuerdo se enfoca, no aparece nada bueno.
Hace muchos años, Orson Welles asombró con “La guerra de los mundos”, por radio. Diego Agrimbau y Gabriel Ippoliti recrean un posible pequeño instante entre un grupo de oyentes.
Si ya leíste la viñeta de la página 2, no te pierdas la de la 131. A Alberto Montt lo ponemos al principio y al final porque es un pan de dios y nos encanta que nos haga sanguchito.
La Orsai N9 fue una edición ecléctica: hubo yankis, nuevos autores, nos dimos el gusto de prepotear a la educación tradicional y aprendimos bastante sobre música.
Tras el éxito de crear una revista sin publicidad, el desafío de 2012 (segundo año) fue mantenerse a flote. La estrategia fue convertirse en bimestral, reflotar los folletines del siglo XIX y crear una suscripción anual que los lectores recibieron encantados. ¡Y fue rentable!
